Alberto, pido gancho

Decálogo para Peronistas en Pandemia
PPPIDO.

(Por H.B.) Este Decálogo para Peronistas en Pandemia está dirigido a todos aquellos que, sintomáticos o asintomáticos, portan en su sangre el virus de la justicia social, la soberanía política y la independencia económica. Y se encuentran desorientados ante el virtual, mediático y aparente avance del antipopulismo, anticuarentenismo, antifeminismo, antireformismo y en fin, sintéticamente, antiperonismo duro y puro.
Primero: La autodenominada oposición (en adelante «ellos») se propone asustarnos con la falsa premisa de haber ganado la calle.
Segundo: Recordar que para nosotros, «la calle» no son veinte mil porteños y mucho menos, los apenas novecientos que se juntaron el otro día. Ganar la calle es de 300 mil para arriba. No olvidar.
Tercero: Ellos se atribuyen el padrinazgo ideológico de los (pocos) movilizados. Si así fuera, tenemos Alberto para rato.
Cuarto: Hagamos la autopsia de las «multitudinarias» movilizaciones. Están los que se oponen al salvataje de Vicentin, porque apoyan a los estafadores. Están los que se oponen a la vacuna, porque «el virus no existe y es un invento de Bill Gates para inocularnos el microchip que se maneja con el 5G». Están los que se oponen a la reforma judicial, pero a la vez sostienen que la justicia es un desastre. Están los que se oponen a la cuarentena porque, «que se mueran los que tengan que morir». Están los que se oponen al feminismo, porque hacen el aguante al patriarcado. Están los que se oponen al congelamiento de tarifas de celulares, internet y videocable, porque están a favor del aumento de tarifas de celulares, internet y videocable. Están los que despotrican contra los políticos, de este gobierno y los anteriores...
Quinto: En ninguna de las raquíticas «movilizaciones» de ese conglomerado heterogéneo de biblia y calefón, se vio o escuchó a alguien reivindicar al macrismo. Liberales, fascistas, machistas, anticuarentenistas, etc., solo tienen en común que se oponen. 
Sexto: Si ellos son eso, perdón Durán Barba. Tenés razón cuando decís que «la oposición política no existe». Pero joden y los usan.
Séptimo: En el escenario descripto es más que evidente que ellos, se aprovechan de nuestra nobleza. Si nosotros pudiéramos movilizarnos, se terminaría este circo y las cosas volverían a su lugar.
Octavo: Debe quedar claro que los peronistas, sintomáticos o asintomáticos, adherimos fervientemente a las políticas de cuidado de la salud. Pero no somos boludes, algo hay que hacer.
Noveno: Debemos solicitar al compañero Alberto un «pido gancho» de, digamos doce horas. Movilizarnos en todo el país y meter en Plaza de Mayo un millón de personas. En contra de nadie, a favor tuyo Alberto. Y listo, se terminó el circo.
Décimo: Dale Alberto, aflojá medio día. Si es posible en la misma fecha, hora y lugar que una movilización de ellos. Después nos ponemos todos en cuarentena estricta.
 H.B. 

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