Los nogales de Daniel

Daniel Velazquez es un huertero conocido por la mayoría de los rufinenses, ya que hace décadas que se dedica al cultivo de hortalizas, en su predio de Berutti 1300, con el asesoramiento de la Técnica Sandra Spada.
En algún momento tuvo la inquietud de colocar árboles frutales y luego de analizar las condicones del clima, suelo, etc. optó por plantas nogales de Pecan.
Respecto a un emprendimiento tan particular surgen dudas propias de la curiosidad, el deseo de otras personas de hacer lo mismo, o simplemente el poder saber más sobre el tema. Es por eso que al respecto esta tarde el Ingeniero Martín Distéfano dará una charla en el propio predio en que se encuentra el montecito de Pecán.
Distéfano comenta que se comenzó como una prueba piloto y que hoy está produciendo, es un producto de alta demanda, es propicio presentarlo como una buena oportunidad económica. En la zona hay varias plantaciones, incluso en San Gregorio hay una plantación muy importante, el tipo de suelo, el agua, se adapta perfectamente para la producción.
Lo ideal, comenta el profesional, cuando uno inicia determinada plantación tiene que saber para qué lo va a destinar, si para vender, para consumo local, lo va a exportar, si va a ser agroecológico o no. Cuando se planifica hay que combinar variedades para lograr una óptima polinización. Es importante saber que esta especie necesita mucha cantidad de agua.
La distancia entre individuos debe ser entre siete a diez metros, pueden convivir perfectamente con animales mientras se desarrollan.
Daniel comenta que cuando se tuvo que hacer cargo del predio familiar, tuvo que pensar en una plantación diferente a la huerta, que ya la tenía. Decidió buscar algo diferente, las opciones eran olivos o pecán, porque son plantas que prácticamente no sufren enfermedades.
Hoy cuenta con su montecito y es momento de dar a conocer el trabajo, tuvo tiempo de estudiar el desarrollo de las plantas, "las conozco mucho" asegura y sostiene que es una posibilidad muy importante. Estos primeros años de cosecha no tengo intención de vender, quiero que se conozca, me alegraría que otra gente pudiera poner un par de árboles en su casa, es una gran oportunidad económica, a largo alcance da mejor rinde que la soja, asegura.
Se asombra a sí mismo por el cambio del paisaje, lleno de pájaros, árboles grandes y sanos. Muchas familias como el caso mío, no tenemos para dejarle una cuenta bancaria a los hijos pero le podemos dejar un emprendimiento que se puede sostener durante cuarenta o cincuenta años, sostiene esperanzado.