Sí, quiero cortarme las....

Sábado 21 de diciembre al mediodía, de la media docena de cajeros automáticos en la seccional Rufino del Banco de Santa Fe, ninguno tiene un peso. «Disculpe, por el momento no podemos entregar dinero. ¿Desea realizar otra operación?», me pregunta indiferente la pantalla azul. Sí, le respondo, quiero cortarme las... Pero para qué, todos sabemos que los bancos nos manejan la vida. Ya es algo naturalizado, ni vale la pena escribir sobre eso un sábado a la tarde. Basta con ver las caras resignadas de quienes se retiran del cajero, diciendo que volverán más tarde a ver si tienen suerte. Aprovecho entonces para escribir de otra cosa, que en el fondo es la mismísima cosa (además el título de la nota ayuda a que alguien la lea). Se trata de los bancos, y sus organizaciones terroristas denominadas «fondos de inversión».
Hay quienes creen que los bancos y los fondos de inversión son cosas distintas, se equivocan. Los grandes fondos de inversión son dueños de los grandes bancos, y viceversa. Hay quienes piensan que la Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos es federal, se equivocan. La Fed es administrada por seis grandes bancos internacionales, que a su vez son controlados por fondos de inversión. En fin, hay quienes creen que el Banco Mundial y su brazo armado el Fondo Monetario, son controlados por los gobiernos de los países más poderosos. Se equivocan, son controlados por los Estados Unidos que a su vez es manejado por la Fed, que a su vez es operada por los bancos y los fondos de inversión.
Pero ¿qué son los fondos de inversión, esas entidades fantasmales que se mueven en la nebulosa del capitalismo financiero globalizado? Son entidades financieras que administran dineros de ahorristas y, especialmente, de fondos de pensión de EEUU y Europa, prometiendo una rentabilidad que sería dificultosa de alcanzar para esos aportantes, si inviertieran a partir de decisiones propias. Los fondos compran y venden acciones de empresas y bonos soberanos (emitidos por gobiernos), priorizando la rentabilidad a partir de la magnitud de la inversión. Y en la mayoría de los casos rigen sus operaciones por un sistema de Inteligencia Artificial (AI) denominado Aladdin.
Pero vamos a lo nuestro. El flamante ministro de Economía, Martín Guzmán, debe renegociar la deuda y para ello primero se reunió con los bancos HSBC y JP Morgan, y el fondo de inversión Blackrock. La información pasa por alto un dato importante, el principal accionista y controlador del JP Morgan y el HSBC es.... Blackrock.
Blackrock es el fondo de inversión más importante y opera 5,3 billones de dólares, monto casi equivalente al PBI de Alemania. Los tres fondos de inversión más grandes del mundo: Blackrock, Vanguard y State Street, son juntos la tercera economía del planeta, después de los EEUU y China. Y aquí cabe una aclaración, entre los principales accionistas de Blackrock están Vanguard y State Street. Y entre los accionistas de Vanguard, están Blackrock y State Street. Y entre los accionistas de State Street están... Blackrock y Vanguard. Si estás empezando a asustarte, no te apures que recién empezamos.
Antropólogos, sociólogos y politólogos, sostienen que son las grandes empresas tecnológicas las que definen cada vez más, las ideas que dan vueltas en nuestras mentes. ¿A que no sabés quiénes están entre los accionistas más importantes de Google, Facebook, Apple y Microsoft? Adivinaste: Blackrock, State Street y Vanguard. Otra, para que se te ponga la piel de poyo: ¿Cuál fue la fusión de empresas más resonante de los últimos años? La de Monsanto y Bayer. ¿Y quien era uno de los controlantes del paquete accionario de ambas empresas? Sí, Blackrock. Este, junto a Vanguard, State Street y otro fondo que se denomina Fidelity, son principales accionistas en empresas como IBM, Intel, Amazon, AT&T, Disney, Chevron, Exxon Mobil, Ford, General Motors, Coca cola, PepsiCo, Mc Donalds, Johnson & Johnson, Pay Pal, además de las ya mencionadas Facebook, Apple, Google (a través de Alphabet) y Microsoft, entre otras. Y controladores de bancos como JP Morgan, HSBC, City Group, Bank of América, y siguen firmas.
Bueno, ahora que estás con el ataque de pánico te lo digo: A esos tipos nos enfrentamos, ellos son los dueños de los bonos de nuestra deuda, de la que ya no se acuerda el que está en Qatar mirando el partido del Flamengo y Liverpool. Y se prepara para sacrificarse un mes entero recorriendo Europa.
Ante esos tipos, pienso, hay varias alternativas. Te podés arrodillar y pagar con sangre, sudor y lágrimas. Te podés convertir en aliado para que el pueblo pague con sangre, sudor y lágrimas; mientras vos y tus amigos cobran interesantes comisiones y cierran importantes negocios (no hace falta mencionar el ejemplo de esta opción). O te ponés firme y les trazás una raya, de acá no pasan. Esta última es la opción más digna, y en eso andan el Beto y los suyos. Pero de todas formas, habrá que enfrentarse al «Mecanismo». Pero para sábado a la tarde ya es demasiado, en la próxima te lo cuento.
H.B.
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